Hace calor
28 diciembre, 2010 § 6 comentarios
aL OTRO LADO DEL ESPEJO
Año 2. Especial Erótico. 84.págs.
Revista multidisciplinar y estacional
orientada al cuento y la ilustración.
NOS CUENTAN:
Donatien Alphonse François [MARQUÉS DE SADE]
+
Ana Patricia Moya + Ángel Olgoso + Antonio Bordón + Carlos Salem + Cristina García Morales + Esteban Gutiérrez Gómez + Javier Serrano + José Naveiras + Lucía Fraga + Luís Morales + Luisa Fernández + Mª Jesús Silva + Marisol Torres + Miguel A. Martín + Mónica Sánchez + Noelia Herrero + Patricia Monge + Pepe Pereza + Rafael José Díaz + Silvina Luz + Susana Obrero + Sylvia Ortega.
PORTADA BY
Miguel Ángel Martín
NOS ILUSTRAN:
Julio Santiago + Nares Montero + Bruno Chenon + María tapia + Jaime Llorente + Esperanza Covarsi Zafrilla + Ángel Muñoz (voltios) + Pablo Játiva López + Daniel Orviz + Luisa Fernández
Para leerla, pincha AQUÍ.
Ya sé que este comentario no es de esta entrada, pero lo meto aquí para incordiar un poco.
El otro día me dijiste que me podías enviar las cabezas chupadas de los langostinos nochebueneros. Error. Grave error.
Chupar las cabezas de los langostinos y/o las gambas es una guarrada.
Los langostinos y/o las gambas tienen la cabeza llena de ácido bórico y metabisulfito. Lo que hace de su chupeteo un acto altamente peligroso y tóxico.
Los langostinos y/o las gambas tienen en la cabeza sus tripas, su cerebro, su estómago y los restos de comida a medio digerir. Por lo que chupar y rechupetear sus cabezas es astronómicamente asqueroso.
Según un estudio científico realizado por el célebre crustazólogo suizo-afgano-portugués Anders Adolph Retzius Topinar Camper Broca dos Santos Ferreira de la Universidad de Utah, en las cabezas de los langostinos y/o gambas se aloja un bacilo que consumido de una manera constante en el tiempo acaba produciendo colapsos a nivel neuronal que hace que la agresividad aumente a unos niveles preocupantes.
Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a una única conclusión: Chupar las cabezas de los langostinos y/o las gambas es una guarrada tóxica, agresiva y asquerosa. Y esto no lo digo por fastidiar la nochevieja. Bueno, un poco sí.
astronómicamente = gastronómicamente.
Pues astronómicamente me sonaba fenomenal.
No cenamos langostinos, ni gambas así que de chupar, los dedos nada más.
Y yo que he puesto esta entrada en la que comentas a destiempo por ti, que sé que te gustan los relatos eróticos… ays.
no puedo leerla, me pide contraseña
con registrarte es suficiente
es porque es contenido para adultos
Me gustó mucho también la “edición” de la revista. Muy atractiva.